martes, 14 de mayo de 2019

La fobia escolar



En muchas ocasiones los niños nos piden que no los llevemos a la escuela, esto es hasta cierto punto normal, recordemos cuando nosotros pasamos por esa etapa, todos seguramente alguna vez la vivimos. 

El problema viene cuando existe un rechazo anormal, lo cual lo vuelve una fobia, con altos niveles de ansiedad, incluso pánico y que, como todas las fobias, carece de explicación y fundamento lógico.

Podríamos pensar que este temor se da en los niños con dificultades de aprendizaje, con pocos amigos o con problemas familiares o con los profesores, pero la realidad es que en la mayoría de los casos sucede a los niños con mejores notas y cuyos padres exigen ciertas calificaciones para evitar un castigo. También puede darse en alumnos que disfrutan ser los mejores y tienen un miedo intenso a que alguien los supere.

La realidad es que, cuando una fobia así aparece, los menos culpables son los niños y quienes podríamos decir son responsables de detonarla son los padres. Si los padres están exageradamente preocupados por el rendimiento escolar de sus hijos, exigen calificaciones y premios al final del año escolar, mas que lograr que el niño se haga responsable y aprenda, logran que tenga pánico de fallar, de perder el amor de los padres, de ser rechazado por ellos, el mensaje que reciben estos niños es: "nosotros como padres te queremos siempre y cuando cumplas con un promedio en la escuela, de otro modo no cuentas con nosotros".



¿Se imaginan el estrés que puede causar este mensaje en un niño?, es un mensaje que reciben cada vez que los padres no se interesan por sus gustos, por sus pasatiempos, por sus amistades y solo lo elogian y se interesan por sus logros escolares y su rendimiento académico. 

¿Qué hacer para evitar esta situación con nuestros hijos?

Lo primero es demostrarles que en la vida a veces se gana, otras se pierde y está bien, siempre que se dé lo mejor de nosotros. 
Hay que hacerlo ver que lo amamos incondicionalmente y que las calificaciones no lo definen como persona, no lo hacen mejor ni peor, son solo una parte de su vida pero no lo son todo. 
Es importante aplaudirles también el esfuerzo aunque el resultado no haya sido el esperado, hablarles de sus otras cualidades y evitar castigos y regaños cuando las notas no son satisfactorias, en lugar de esto, es mejor hablar con ellos, averiguar qué es lo que está pasando en su entorno y ser empáticos. 


viernes, 1 de septiembre de 2017

Autoestima débil y cómo mejorarla


 Mucho se habla sobre la autoestima: que es importante quererse y aceptarse, que es frágil, que gracias a ella y a la seguridad que nos da podemos lograr grandes cosas, etc.
La realidad es que pocos tienen buena autoestima y mucho menos saben por qué es tan frágil.
En esta entrega hablaremos justamente de esto: qué puede provocar que la autoestima ande por los suelos, qué sucedió que de repente nos damos cuenta lo poco que confiamos en nosotros mismos y lo más importante: cómo restaurarla.

La autoestima es el concepto que tenemos de nosotros mismos, quienes somos, que aptitudes y defectos tenemos, es conocernos con un lente que no modifique nuestra visión, una autoestima sana aplaude las propias virtudes y acepta las debilidades.

Las causas de una autoestima débil son muy variadas, entre las más comunes están: la educación que nos dieron nuestros padres, si nos pusieron etiquetas, si nos compararon con quienes hacían algo mejor que nosotros, si nos sobre protegieron o por el contrario, nos abandonaron.

También las circunstancias de la vida pueden dañarnos: una pérdida de trabajo, una ruptura amorosa, un error en la toma de decisiones, todas estas, así como las primeras nos harán pensar que valemos menos, que no somos capaces, que sería mejor que alguien más hiciera lo que nos toca.
Si has llegado a pensar que no eres tan bueno como los demás, que nada te sale bien y pocas veces te sientes orgullosa de tus logros, muy probablemente tu visión de ti misma esté distorsionada y haya que trabajar en ella.

¿Cómo puedes ayudarte a ti misma para sentirte mejor? A continuación algunas ideas:
1.  No tener miedo de tus limitaciones y defectos, todos los tenemos.
2. Ponerte metas y expectativas realistas, no exagerar buscando la perfección en todo.
3.Recordar que si fallamos lo importante es levantarnos y seguir adelante, tener miedo de fallar de nuevo es normal pero no podemos dejar que nos domine y limite.
4. Perder el miedo al que dirán y dejar de intentar quedar bien y complacer a todos, es simplemente imposible y solo nos acarreará frustración. 

Facebook: El divan de Lorena.







martes, 13 de septiembre de 2016

La mamá perfecta...¡a terapia!

Hoy he decidido escribir sobre el Síndrome de la Mamá Perfecta, exhortada por una amiga que justo esta pasando por este sindrome que acabo de bautizar.

Y es que durante una plática casual por whatsapp descubrimos que la presión social para ser la mamá perfecta es tanta que es casi imposible disfrutar la maternidad, no se puede pensar en otra cosa más que en ser la mejor e imaginar cómo hacen las cosas las demás mamás para seguir lacerándonos con la idea de lo mala madres que somos. 

La familia, los amigos, los pediatras, los psicólogos, todos han opinado siempre sobre como es mejor hacer las cosas con los niños pero actualmente se agregó un metiche más a la lista y este son las redes sociales, el internet y el exceso de información.  

Sabemos tanto de todos los temas de maternidad, tenemos acceso a la opinión de tanta gente que dudamos a cada segundo si lo estamos haciendo bien y es que las amenazas sobre las consecuencias de hacerlo mal son grandes: lo vas a traumar, se va a enfermar, ¿por que no le das pecho?, ¿por que le sigues dando pecho?, eso no le alimenta, está muy flaco, está muy gordo, necesita que lo regañes, necesita que todos los dias todo el tiempo le digas cuanto lo amas y la lista sigue y sigue hasta el infinito. 

Estas opiniones, aunque bien intencionadas, provocan en las madres una sensación de inutilidad, de duda, de no cumplir expectativas, pero sobre todo de ansiedad y angustia por estar fallando como madre. 

¿Qué hacer cuando estas críticas están afectando la relación con nuestros hijos y nos impiden disfrutarlos? A continuación varias ideas que pueden ayudar a no caer en esta psicosis que no solo daña a las mamás sino a las familias completas:
  • La perfección no existe: si bien hay cosas mejores que otras, la excelencia en cada rubro de la vida no existe. Así que si pretendes que tus hijos sean los mejores alumnos, los mejor alimentados, los mejores deportistas, los más educados y los más disciplinados te estarás exigiendo demasiado como mamá y pidiendoles más de los que pueden y deben hacer como niños, así que seguramente si logras que tus hijos sean los mejores en todo lo anterior estarán fallando en otros aspectos como el emocional al crear angustia, estrés y tensión innecesarios en el desarrollo de tus hijos. Recuerda el dicho popular: el que mucho abarca, poco aprieta.
  • Olvidate de las comptencias: la maternidad no son carreritas a ver quien lo hace mejor, si tu hijo no es tan bueno en las matemáticas como su compañerito, seguramente lo será en algo que el compañero no lo es y si tu como mamá no pudieste amamantar a tu bebé tan bien como lo hace tu hermana, no eres mala madre ni tu bebé tendrá ningún problema a futuro, no te fanatices que solo te llevará a perjudicar la relación con tu bebé y a causarte culpabilidad. Yo pienso que siempre será mejor para una familia una madre feliz que alimenta con fórmula que una madre angustiada por el miedo a fallar en la lactancia. 
  •  Escucha consejos y opiniones, toma lo que te haga sentir mejor y le venga bien a tu familia y desecha todo lo que te pueda angustiar, olvidate de lo que implique cambiar algo te haga feliz o que afecte negativamente a algún integrante de la familia aunque a otro lo beneficie.
  • Recuerda: la mamá es el centro de la familia, si la mamá está mal física o emocionalmente toda la familia se verá afectada, así que no te olvides de ver por ti y tu bienestar también, no te abandones por desvivirte por los demás. Eres muy imporante para tus hijos y pareja, así que no te sientas culpable por dedicarte tiempo, aunque te hagan pensar que no puedes ya hacer nada más que ver por tus hijos no caigas, date tiempo para ti, para disfrutar, para mejorar tu salud, tu físico y tu mente. 
  • Disfruta a tus hijos: si son niños juega con ellos, ensuciate, ríete, ¡hazles cosquillas!, son momentos que no olvidarán ni ellos ni tu y valen más que cualquier juguete o regalo costoso y de moda.  Si son bebés: cárgalos, bésalos, hazlos reír, el contacto físico es básico para su desarrollo y te sentirás muy feliz de disfrutarlos y ellos de tenerte cerca. Si ya son adolescentes o adultos: platica con ellos, que te sientan cerca, hagan bromas, salan a pasear, compartan momentos juntos, no se arrepentirán. 
  • Relájate y deja que la vida fluja: no se puede ser el mejor en todo, así que elige que batallas puedes pelear y lo demás déjalo pasar porque te ocupará tiempo que perderás en lograr una perfección que no sucederá por que como dije anteriormente: no existe, así que olvidate de ella y de lo que piensen los demás de ti... Cúbrete de teflón y que se te resbalen las criticas de todos, no dejes que la culpabilidad te invada, si tu así eres una máma feliz entonces aceptate y disfrutate. 
Espero que les haya sido de utilidad este arculo y que les haya ayudado a disfrutar más y sentirse mejor. 
Si quieren profundizar más o hablar de cualquier otro tema me pueden contactar
¡Saludos!   
 

miércoles, 22 de junio de 2016

Después de la muerte de un ser querido....




La muerte de un ser querido es una de las crisis más grandes que podemos atravesar en la vida. Todas las pérdidas duelen y dejan cicatrices difíciles de borrar, pero no todas las muertes se sienten igual y para los psicológos tampoco es lo mismo ayudar a quien perdió a un hijo que a un padre o abuelo.

Existen diversos factores que determinan el tipo de duelo que los sobrevivientes deberán pasar para poder finalmente sanar y aceptar su pérdida, estos factores también pueden hacer que un duelo sea más difícil de superar y lo alarguen considerablemente, algunos de estos son:


  • el tipo de relación afectiva con el fallecido
  • duración de la enfermedad mortal y la agonía
  • grado de parentesco
  • aspecto del cadáver
  • grado de dependencia 
  • sexo del superviviente
  • soporte social, redes sociales
  • ideas religiosas, filosóficas o espirituales
  • presencia o no de otras experiencias de duelo
  • factor cultural y social

Aceptar que nuestro ser amado se ha ido para siempre no significa que no vuelva a doler o a provocar ratos de melancolía de vez en cuando, significa más bien que estamos ya tranquilos con su partida, sin enojo ni negación y que sabemos que la vida sigue y a pesar de recordarlo con frecuencia esto no nos impide realizar nuestras actividades normales, sonreir y disfrutar la vida. 

Llegar a este punto puede tomar meses o incluso años, todo dependerá de la resiliencia de la persona y de los factores arriba mencionados, no existe un tiempo específico de duración del duelo, pero suele rondar entre los 6 meses y el año y medio, si después de este tiempo la sensación de tristeza y aflicción continuan y comienza a perderse el interés por actividades que antes se disfrutaban o que son parte de la rutina normal (como asearse, trabajar, comer) podemos hablar de un problema más profundo que afecta la mente de la persona y que requiere de ayuda profesional para sanar.

Cualquier duda o comentario sobre el tema puedes consultarmelo en este blog o en mi pagina de facebook: https://www.facebook.com/eldivandelorena/

¡Saludos!

 

 

martes, 17 de mayo de 2016

Bullying... ¿Es normal molestar al otro?



Los niños que molestan y hacen la vida imposible a los compañeros siempre han existido, recuerdo que en mis épocas de escuela desde primaria hasta incluso la universidad siempre había alguien a quien se podía molestar, incluso me tocó ser molestada en algún momento de la vida y es que los niños son así desde tiempos remotos, no los justifico, no digo que sea normal ni correcto, pero es algo que no podemos negar siempre ha existido. 

Lo que no es aceptable es lo en lo que han evolucionado las generaciones, cada vez sus alcances son mayores, pasamos de esconder la mochila del compañero o robarle su lunch a golpearlo a patadas hasta matarlo, esto es lo que esta ocurriendo ahora y es inaceptable, ya no son las travesuras o apodos de antes, es violencia que parece sacada de una pelicula de sicarios.

Los adultos fuimos enseñados desde niños a respetar las diferencias, a tolerar, a incluir al otro, pero los niños aún no lo aprenden o no lo entienden (y algunos adultos tampoco) y es en donde la oportunidad para "bullear" se da. ¿A quién molestan siempre? al miedoso, al gordo, al que no entiende la clase, al enfermo... al diferente. 

Y si además este niño "diferente" no tiene el valor o como diríamos los psicologos la fuerza yoica para hacerles frente a sus agresores, estos ven una oportunidad para seguir molestando. Cada vez que el débil cae sin poder defenderse ellos se sienten más fuertes y eso es justo lo buscan, ya que los niños bulleadores son generalmente niños que en sus casas se sienten menos, inseguros, vulnerables o maltratados. También es posible que vivan la violencia al ver a sus padres o hermanos golpearse frecuentemente, lo cual los lleva a pensar que no hay otra manera de expresar las emociones.

Por su parte, las víctimas también comparten un perfil y es el de una persona con baja autoestima (que con la agresión de compañeros se intensifica), que siente culpa o vergüenza, con pocos o sin amigos, con miedo y sin capacidad de marcar límites.  

Como podemos ver, el bullying es el juego donde el que tiene miedo trata de atemorizar al otro para sentirse más seguro. Hasta me atrevo a afirmar que en estos casos siempre son dos las víctimas: el abusador y el abusado, ambos sufren, ambos tienen miedo, ninguno sabe como resolverlo.  

En estudios con adolescentes se ha encontrado que ellos mismos consideran que se debe tener algún problema para actuar así. Se encontró también que el molestar los hace sentirme más "cool" y obtienen el respeto y la atención de los demás. 

¿Qué podemos hacer los padres para evitar estas situaciones?
Tanto para padres de niños bully como para padres de niños agredidos las recomendaciones son: 
  • Educar, educar, educar, estar presentes, platicar con los hijos, no dejar que los eduque la televisión, el iPad o los amigos de la escuela.
  • Debemos ganarnos la confianza de los niños, que nos sientan cercanos y empáticos para que se animen a contarnos lo que viven fuera de casa. Recuerden cuando tuvimos esa edad, ¿cómo nos sentíamos, qué nos gustaba y que no, qué tanto entendíamos de la vida?.
  • Estar al tanto de quienes son los amigos de nuestros hijos, qué clase de chicos son, qué tipo de familias tienen.
  • Verificar que los programas de televisión y películas sean adecuados para la edad de nuestros hijos, no por que "ya entiendan" o los amigos ya las vean les vamos a dejar ver contenidos cargados de violencia o sexo que solo les dan ideas o los confunden. Recuerden que no son adultos pequeños, son mentes en formación que se estan desarrollando ¿con qué material nos gustaría que se edificara la mente de nuestros hijos? ¿Con material de calidad que valga la pena o con porquerías que no aportan nada positivo?.


Como siempre, espero que este artículo haya resuelto más dudas de las que haya generado y si no es así pueden contactarme y con gusto responderé sus inquietudes. 
 

miércoles, 11 de mayo de 2016

Los abusadores ¿nacen o se hacen?

Todos hemos escuchado alguna vez sobre las secuelas psicológicas de una persona abusada sexualmente, de como la vida cambia a partir de ese momento para ella y para su familia y todo el largo proceso de terapia que se debe llevar para volver o acercarse lo mas posible a la normalidad.

Hoy quiero hablar de algo diferente, la misma historia contada desde otro ángulo, nadie se pregunta nunca qué llevó al abusador a hacer lo que hizo y es que cuando ya hay víctimas esto resulta irrelevante, pero para alguien como yo, conocer las dos caras de la moneda es importante. Asi que sin más introducción, hablaré de los factores que influyen para que una persona pueda convertirse en un abusador, un violador o un pederasta. 

Para empezar, es muy importante aclarar que estos factores que voy a mencionar son solo orientativos, puede ser que alguien los viva y no por esto es o será un delincuente, el objetivo de este artículo no es etiquetar y señalar a las personas que cumplen con algunos puntos de los que explicaré sino dar mayor información a quien le interese el tema. 

Generalmente, un delincuente tiene un pasado complicado, cualquier tipo de delincuencia nos habla de una infancia difícil y una relación con familiares y autoridad trasguiversada, pero los abusadores y violadores además tienen otras características como son:

1. En su mayoría fueron abusados o violados durante la infancia
2. Esto les llevó a tener una baja autoestima e inseguridad 
3. En muchos casos tienen dificultades para socializar normalmente y mantener relaciones con familiares y amigos
4. Es posible que tengan algún tipo de trauma con el sexo opuesto 
5. Pudieron haber padecido maltrato físico y psicológico durante la niñez

La gran mayoría de estas personas vienen de familias reconstituidas, conflictivas, abusivas, sufrieron de abandono o maltrato. 

 Pero no todas cumplen el perfil, algunas otras no vivieron ninguna de las anteriores y aún así tienen conductas delincuenciales ¿dónde está el conflicto? la respuesta es: en la biología. 

En nuestro cerebro, la corteza prefrontal es la encargada de controlar impulsos y en estas personas su tamaño es inferior a lo normal, lo cual no les permite controlarse de manera adecuada. Los hijos de madres que fumaron durante el embarazo o consumieron drogas o alcohol durante este periodo pueden desarrollar una corteza más delgada y por lo tanto estarán predispuestos a tener dificultad para controlar sus impulsos.

Por otro lado, los neurotransmisores (sustancias en nuestro cerebro) en niveles por arriba o abajo de lo normal pueden afectar el comportamiento y la conducta, orillando así a una persona a comportarse de inadecuadamente.

Como verán, son muchos los factores que pueden afectar a una persona, no todo es educación y ejemplo, también está la genética, herecias y biología.